En 1986 es aprobado por el Ministerio de Salud Pública el Plan Nacional de Salud Mental, elaborado por un movimiento en salud mental de amplia participación. El Plan “incorporó la Psiquiatría a la concepción sanitaria de Salud Mental, descentralizando la atención en todo el territorio nacional, y centró la base en la Atención Comunitaria de los Enfermos Mentales, dejando de ser el Hospital Psiquiátrico o el Sanatorio el uso primordial” (1). Una de las direcciones del Programa apunta al desarrollo de nuevos modelos de asistencia de las personas que padecen psicosis y otros trastornos mentales invalidantes (7).
La Ley 16.095, del 26 de octubre de 1989, llamada Equiparación de oportunidades para las personas discapacitadas, dispone la creación de la Comisión Nacional Honoraria del Discapacitado. A fin de brindar cobertura nacional en el área de la rehabilitación psicosocial, crea también las Comisiones Departamentales Honorarias del Discapacitado, y prevé la existencia de Comisiones Regionales y Subcomisiones locales, para hacer efectiva la aplicación de los programas formulados por la Comisión Nacional y evaluar la ejecución de los mismos (8).
A nivel del interior, el MSP proporciona a cada Centro Departamental los técnicos del Equipo de Salud Mental; éstos, de acuerdo con su Coordinador, distribuyen las horas dedicadas a la asistencia y a la rehabilitación. La carga horaria dedicada a las actividades de rehabilitación es variable según la realidad de cada Departamento.